3.09.2012

Manifiesto PUTA


¿Por qué Putas?

Nos llamaron putas y aquí estamos: porque así nos han llamado por salir de casa, por salir a trabajar, por salir a estudiar, por habernos hecho una ligadura, por tener más de una pareja, por proponer sexo, por andar con minifalda o escote, por salir de noche, por coquetear, por abortar, por andar solas, por decir no, por rechazar, por ser mujer y amar a otra mujer, por contestar, por gozar el placer sexual, por decidir no ser madres, por usar anticonceptivos, por divorciarnos, por negarnos a cumplir los roles establecidos, por habernos negado a vivir la violencia, por no ser puras y virginales... Si ser putas es hacer lo antes descrito, nos apropiamos y reivindicamos la palabra puta como actitud de resistencia feminista; reafirmarnos putas se transforma así en una demanda política de mayor respeto, sororidad e igualdad para todas las mujeres.

En este contexto, La Marcha de las Putas – Ecuador, denuncia públicamente la violencia sexual y de género. Es la respuesta a actitudes y prácticas muchas veces institucionalizadas de maltrato, cosificación, estigmatización, y opresión de las mujeres y cuerpos femeninos y feminizados; en particular, aquellas que nos colocan como responsables y "provocadoras" de la violencia contra nosotras mismas. 

Esta iniciativa, que ya ha sido realizada en otras partes del mundo se ha asumido en el Ecuador por colectivos, organizaciones de mujeres y feministas y transfeministas, artistas, activistas y personas movilizadas que levantarán sus voces por una vida libre de todo tipo de violencia, estereotipos y a favor de la libertad de estar, de ser autónomas, de vestirnos y ser como cada persona decida… que se respete la libertad estética!

Por ello, en este mes de marzo, mes de lucha, de movilización y acción feminista, manifestamos que:

Frente a la violencia que vivimos todas las mujeres y otras personas que asumen expresiones de género diversas, nos auto-proclamamos putas. 
Nos oponemos a las explotación, colonización, exclusión y opresión que el sistema de dominación patriarcal-capitalista, ejerce sobre nuestros cuerpos, mentes y vidas. Nos negamos a las maternidades obligatorias, a las relaciones sexuales forzadas, a la naturalización del acoso, al asesinato por el simple hecho de ser mujeres o ser de la diversidad sexual o de género. Exigimos a todas y todos, a las instituciones y a la sociedad que asuman su responsabilidad ante la desigualdad e inequidad que pone en condiciones de desventaja y discriminación, sobre todo, a las mujeres. 

Frente a la represión que sufren l@s trans y otras personas que asumen expresiones de género diversas, nos vestimos de putas. 
Una diversidad de géneros encabeza nuestra marcha porque reivindicamos, desde el feminismo y transfeminismo, la libertad estética y la diversidad de expresiones de género. Ni el feminismo es exclusivo de las mujeres, ni la transgresión del género es exclusiva de las personas trans. Reivindicamos todas aquellas expresiones de género que amplían el esquema binario de hombre y mujer. Reconocemos un mundo más allá del ser “mujeres femeninas” y “hombres masculinos”. Celebramos la subversión y trasgresión estética de quienes se visten “como putas”, como también celebramos la masculinidad de las mujeres machonas u hombres que nacieron con vagina, e incluso de quienes se niegan a asumir una expresión de género e identidad única.

Frente a la represión que sufren las trabajadoras sexuales - las putas remuneradas entre las putas otras - nos aliamos en un único bando de PUTAS TODAS. 
Rechazamos la doble moral que estigmatiza a las trabajadoras sexuales y afirmamos sus derechos; especialmente su derecho al trabajo y a ocupar el espacio público. Celebramos la posibilidad de las trabajadoras sexuales de reivindicar la capacidad de negociación sexual - no sólo en términos económicos - y celebramos, sobretodo, la necesidad de superar la tramposa división patriarcal en dos bandos - como "decentes en la casa" o "putas en la calle" o como mujeres “buenas” y “malas” - división que a menudo hace creer que las putas “de casa” están en mejor situación que las putas “de la calle”. TODAS PUTAS TODAS.

Frente a la negación del placer femenino, y porque puta, muchas veces, significa simplemente "la que goza", nos afirmamos TODAS PUTAS TODAS. 
Porque si existen tantas palabras para hablar en positivo de la autonomía y el placer sexual de los hombres - “macho”, “varón”, “cañón”, “campeón” - y en cambio no existe término alguno que enuncie en positivo la autonomía y el placer sexual de las mujeres - sino tan sólo "puta" y sus sinónimos - nos negamos a quedarnos sin palabras y nos nombramos, por lo tanto, positivamente putas… placenteramente putas… deliciosamente putas.

Frente al empobrecimiento y la invisibilización de las mujeres en la economía, en el cuidado de la vida y de la naturaleza nos declaramos putas.
Rechazamos el aumento de nuestra carga global de trabajo, y la destrucción de la naturaleza como fuente de vida. No más dependencia económica, desigualdad en el acceso al pleno empleo y a remuneraciones justas, a servidumbre y esclavitud laboral y sexual. Exigimos la redistribución igualitaria de la riqueza en el país, la seguridad social universal, el pago de la deuda social que el estado tiene con nosotras y reafirmamos que no seguiremos asumiendo las irresponsabilidades masculinas y paternas, ni el impacto de la economía de mercado.

Frente a la justificación familiar, social, policial, judicial y mediática de la violencia sexual y de género como auto-provocada por las actitudes y estéticas de insumisión femenina, alzamos la voz de putas. 
Y no nos callaremos hasta que las instituciones, y la sociedad en general, aprendan a ubicar correctamente la responsabilidad social y legal frente a la violencia sexual y de género y empiecen a juzgar no a las mujeres y transfemeninas por ser "buenas" o "malas", "decentes" o "putas", sino a los agresores por ser agresores y a los violadores por ser violadores.

Porque llegó la hora de RETOMAR la palabra PUTA para que no nunca más nos duela, nos culpe ni nos estigmatice. Vamos todas y todos… TODAS PUTAS TODAS. Que se escuche y se entienda en todo el territorio nacional que cuando decimos “NO es NO”